Firmé un prestamo multidivisa

¿Firmaste una hipoteca multidivisa en yenes o francos suizos? ¿En el Banco te dijeron que ibas a ahorrar mucho dinero, y ahora resulta que debes incluso más de lo que recibiste? Si has sido uno de los miles de estafados por este tipo de productos, desde RBN Reclamaciones Bancarias te ayudamos a que el Banco te devuelva lo que te ha cobrado de más, y a que tu hipoteca pase a calcularse en euros. Te explicamos cómo.
¿Qué es lo que pasó?

En los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria, el Euribor, índice al que se referenciaba la inmensa mayoría de las hipotecas, se encontraba por las nubes, más de un 4% -en la actualidad para que te hagas a la idea es incluso negativo-. En este contexto, los Bancos y Cajas comenzaron a comercializar un nuevo tipo de préstamo hipotecario, denominado multidivisa, en el que la cuota a pagar era muy inferior.

¿Por qué los préstamos multidivisa eran al principio tan baratos?

  • En primer lugar, porque en lugar de estar referenciado al Euribor, estaba referenciado a otro índice diferente, el Libor que era mucho más barato. Por ejemplo, en octubre del 2006 el Euribor se encontraba a 4,541%, mientras que el Libor cotizaba a un 1,706%.
  • En segundo lugar, porque en lugar de pagar el préstamo en euros, el cliente pagaba en otras divisas más baratas, normalmente Francos Suizos o Yenes japoneses, que en los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria se encontraban tremendamente depreciadas respecto al Euro.

Por ejemplo, en los últimos meses del año 2000, por un euro te daban 95 yenes, mientras que en la primera mitad del 2008, por un euro te daban entre 160 y 165 yenes; es decir, el cliente, al comprar los yenes necesarios para pagar la mensualidad de la hipoteca, cada vez tenía que emplear menos euros, y por lo tanto, pagaba menos.

¿Qué Bancos las comercializaron?

Algunas de las entidades que más activamente ofrecieron este tipo de hipotecas a sus clientes fueron Bankinter, Barclays, Banco de Valencia, Banco Popular y Catalunya Caixa.

¿Cuándo comenzaron los problemas de los clientes?

El problema es que los Bancos se limitaron a ofrecer, de forma absolutamente sesgada, información única y exclusivamente sobre lo beneficioso que era contratar una hipoteca multidivisa, pero omitieron informar a los clientes de los riesgos que estaban asumiendo, concretamente de que el riesgo de fluctuación de la divisa –el denominado riesgo de tipo de cambio- no sólo afectaba a la cuota, sino también al importe del capital prestado, que en caso de encarecimiento de la divisa tomada de referencia podía verse incrementado.

El escándalo surgió de forma definitiva a partir de 2008, con el estallido la burbuja inmobiliaria, momento en que el Euro comenzó a depreciarse de forma muy acusada respecto al yen japonés o el franco suizo, lo que provocó no sólo el encarecimiento de la cuota a pagar de los préstamos referenciados a estas monedas, sino también el incremento del capital pendiente de amortizar.

¿Cuál es el criterio del Tribunal Supremo?

Antes este tipo de fraudes, el Tribunal Supremo ha reaccionado dictando sentencia en fecha 15 de noviembre de 2017, en la que considera este tipo de préstamos hipotecarios multidivisa abusivos, al no explicar el Banco de forma adecuada y transparente los riesgos que acarreaba, y obliga a las entidades financieras a recalcular el préstamo en euros, condenándole a abonar al cliente las cantidades pagadas de más.

Ejemplo real.

Una pareja solicitó en el año 2007 un préstamo multidivisa en yenes por importe de 190.000 euros. Diez años después, y tras haber estado pagando 92.179,71 euros, y como consecuencia de la fluctuación de la divisa, debían 187.097,76 euros, es decir, después de 10 años habían amortizado solamente 2.902,24 euros del total de 190.000 euros que en su día les fue entregado.

Tras interponerse la oportuna demanda, y anularse la opción multidivisa, se recalculó el préstamo en euros, resultando ahora que el importe total de las cuotas que el cliente había satisfecho durante los primeros diez años del préstamo ascendía a 81.502,65 euros –en lugar de los 2.902,24 euros-, quedando pendiente de amortización 140.553,76, es decir, una diferencia de más de 45.000 euros a favor del cliente.

Entonces ¿qué hago?

Ya se están empezando a dictar sentencias anulando este tipo de productos, así que no dudes en llamarnos, y te asesoraremos en lo que necesites.

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